La llama de fuego ardiente en la chimenea, las cortinas
moviéndose con el viento, a la misma vez que este silbaba, o eso me hacía creer
la ventana. Como siempre, Clot mi gato, se
quedó mirándome en medio de la oscuridad, su mirada a pesar de ser oscura, solitaria…
desprendía color, pues en su ser se iluminaba algo que no quería mostrar. No
paso ni medio instante cuando en su mirada, vi un conjunto de colores
recorrerle los ojos, por un momento pensé que tenía la aurora
boreal en sus pupilas, pero no duro
apenas un segundo mi pensamiento, pues no quería pensar en algo que no era
normal.
A la mañana siguiente, me desperté, no por propia voluntad
sino porque Clot me estaba lamiendo la mano, su lengua rasposa me despertó. Me
levanté, me dirigí a la cocina, y bebí un vaso de agua bastante frío, de nuevo
Clot mirándome, entonces yo me quede mirándole, sus redondos ojos como canicas
me hipnotizaron o algo así, aunque de perfil simplemente parecía una gota de agua, la gota que cae y se queda posando en
alguna superficie, quieta, sin el riesgo de caer.
Se acercaba el ocaso, entonces me dispuse a salir de casa, y
sin vacilar, Clot me siguió. El día estaba nublado, gris, solitario, me sentí
un alma más ,pero algo hizo que mi corazón dejara de latir por medio segundo(al
menos eso creía yo) Clot, tenía que ser Clot, “imposible” pensé ,“¡luz!”, era
algo inaudito pero real, tan real como que el sol quema y tú existes, Clot
tenía a su alrededor una aurora boreal, rodeándole por todo su cuerpo, y
parecía ser que yo era el único capaz de ver en el ese extraño pero hermoso fenómeno
, miré alrededor y lo vi, cada persona
brillaba, todos brillaban menos yo, entonces me di cuenta de algo, mi ser tenia más
oscuridad , que mil sombras juntas, más bien parecía un alma en pena, y nadie
me miraba, nunca me habían mirado, y me di cuenta tarde, Clot me miró a los
ojos, sentí que me atravesaba con la mirada, y entonces fue cuando me dijo: - Sonría
mi difunta ama.
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